domingo, 10 de mayo de 2015

CUANDO JESÚS ORÓ POR TI

CUANDO JESÚS ORÓ POR TI
Juan 17.20-26

·         Alejandro Magno – en su carrera a dominar al mundo, marchaba a Jerusalén.  El historiador Josefo cuenta los detalles de ese momento tan temible para los judíos.
·         Fuera de los muros estaba el sumo sacerdote Jaddua con un tipo de corona con el nombre Dios inscripto en una placa de oro, y rodeado por muchos sacerdotes y otros ciudadanos, todos vestidos con túnicas blancas…
·         Así como Alejandro se vio reflejado en la profecía de Daniel, podemos vernos en la oración de Jesús en Juan 17.  No nos nombra individualmente, pero está claro que nos tiene en mente (v.20).

I.                    EL MINISTERIO DE LA ORACIÓN
·         La oración es central a la vida espiritual.  Jesús dijo que debemos orar y no desmayar o desanimarnos (Lucas 18.1); y Pablo enfatiza la prioridad de la oración (1 Tim.2.1). Santiago 4.2b dice que no tenemos porque no pedimos.  Samuel dice “lejos sea de mí que peque contra Jehová cesando de rogar por vosotros” (1 Sam.12.23), y Pablo instruye a que nos pongamos toda la armadura de Dios, “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu” (Ef. 6.18).
II.                  LA ORACIÓN DE JESÚS
·         Repasemos el capítulo 17.  Primero Jesús oró por Él mismo (1-5).  Luego en 6-19 Jesús oró por los 11 discípulos.  Y en 20-26 Jesús oró por los creyentes del futuro.
·         Jesús oró por tres temas específicos en relación con sus seguidores.
1.  Oró por nuestra unidad.  21-23
·         Notemos las tres frases que Jesús usa aquí: “todos sean uno”, “ellos sean uno” y “sean perfectos en unidad”.
a.  Jesús oró por unidad de fe (20b-21a). Esta unidad surge de convicciones compartidas.  En una iglesia de California cuelgan unos inmensos cuadros de Ghandi, Lincoln, Jesús, Lutero, y otros grandes de la historia.  En una placa arriba están las palabras, “Todos sois hijos de Dios” sacado de Gálatas 3.26.  Pero no incluyen el resto del versículo que dice “por la fe en Cristo Jesús”.
·         La fe en Cristo es lo que nos une, no una fe nebulosa en la bondad del hombre, sino una fe específica en Cristo Jesús.
2.  Jesús oró por la unidad en gloria (22).  ¿?  En vv. 6 y 8 Jesús habló de dar dos cosas a sus seguidores:  su Nombre y su Palabra. Su persona y su dirección.  Somos unidos porque seguimos al mismo Señor y vamos en la misma dirección.  Y eso trae gloria a Dios.  Al leer el pasaje vemos que todo apunta a un propósito en esta unidad: que el mundo pueda creer que Dios envió a su Hijo (21) y para que lo sepan y que Dios los amó como amó a su Hijo (23).
·         Nuestra unidad es un testimonio público, un anuncio al mundo que Jesús vino de Dios y que el amor de Dios es para nosotros como lo es a su propio Hijo.
·         Jesús no ora por uniformidad—similitud en organización, estilo, personalidad, o apariencia.  Ni tampoco ora por unanimidad—acuerdo unánime entre un grupo de personas.  Ni siquiera ora por unión—coalición o afiliación absoluta dentro del cristianismo.  Lo que sí pide es unidad—unidad de corazón, de fe, y de propósito.
·         En la historia de la iglesia cristiana ha habido muchas diferencias de opinión, estilo y ritual.  Pero hay una unidad que reina donde hay una experiencia profunda y genuina con Cristo.  La comunión entre creyentes va más allá de todo límite de denominación o historia.  Tanto San Pablo, Lutero, Calvino, Wesley, Billy Graham, Luis Palau, encontrarían esa unidad profunda entre ellos, a pesar de la separa-ción de nacionalidad, educación, o afiliación de iglesias.
·         Jesús no pide por uniformidad de práctica o unanimidad de pensamiento, o unión de toda organización cristiana.  Es por una unidad que solo el Espíritu Santo puede producir.  No se consigue por comité o consenso.  Solo por fe en y amor por Jesús.
  1. Jesús oró por nuestro destino.
·         En su oración, Jesús pide que el Padre asegure nuestro destino final (24).  Esta seguridad está basada en el amor entre el Padre y el Hijo. ¿Podemos imaginarnos un fundamento más seguro?  Oraba que estemos con Él en el cielo, donde Él estaría rodeado de su gloria.
·         Esa promesa de gloria es algo casi increíble y solo posible por la obra de Cristo, que algunos de nosotros—los que han decidido seguir a Cristo, serán amados por Dios y compartirán esa gloria con su Hijo.
  1. Oró por el amor entre ellos (25-26)
·         Otra vez se basa en la perfecta relación entre Él y su Padre.  El Padre ama a su Hijo, y el Hijo nos ama a nosotros.  Por lo tanto, hemos de amar a otros.  Este amor ha de fluir como un río profundo y ancho, y pasa por alto cualquier roca de diferencias mínimas..

III.                ¿QUÉ SIGNIFICA PARA NOSOTROS?
  1. Crecer en unidad significa ceder.  Significa no fijarse en peque-ñeces o desacuerdos o modos de pensar que no afectan nuestras relaciones.  Los que gozan de la comunión Cristiana en el sentido más profundo, tienen alta tolerancia.
  2. Conocer tu destino significa renunciar.  Estando seguro de nuestro futuro requiere que dejemos de luchar por esas pequeñeces, que renunciemos y confiemos en Él.
  3. Para demostrar su amor signifca entregar.  El amor cristiano debe ser visible y tangible  Dios no solo nos dice que nos ama, y lo demuestra (Rom.5.8)

La Muerte de Alejandro Magno
·         Su muerte fue tan trágico como su vida fue notable.  Murió con 33 años como alcohólico sin más mundos para conquistar.
·         Tuvo algo de entendimiento cuando se vio en la profecía de Daniel, pero la gloria del triunfo personal destronó la gloria de Dios en sus ojos, y nunca siguió al Señor.  Santiago 1.22-24
·         No seas como Alejandro, solo echando un vistazo al espejo de las Escrituras.  Que permitamos que la Palabra de Dios nos siga cambiando (v.25)