CCP – 26.09.14
Los Testigos para la Defensa
Juan 5.31-47
Mark Lane, defensor de un hombre muerto: Lee Harvey Oswald, asesino de
John F Kennedy. Pero antes de poder
preparar su defensa, Oswald fue asesinado también. Podría haber cerrado el caso, pero siguió
investigando y descubrió que lo más probable es que fue un trabajo de un grupo
de personas. ¿Cómo llegó a tal
conclusión? A través de varios testigos.
Así también Jesús recurrió a varios testigos para responder las
acusa-ciones de los fariseos de romper el sábado y ser un blasfemo.
A. Testimonio Propio: La Ley
·
El Cap. 5 de Juan nos provee un drama de tres
partes: Primero, un milagro, un paralítico por 38 años fue sanado
instantáneamente. Segundo, una serie de afirmaciones, en las que Jesús testifica
ser el Hijo de Dios. Tercero, una defensa, donde cinco testigos son
presentados para verificar sus afirmaciones.
Comienza con una afirmación inesperada: Si
yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero (31)
1.
Significado de esta afirmación, No está diciendo que es falso lo que dice,
solo que su testimonio por si solo no sería válido en una corte de
justicia. Difícil creer al que testifica
de si mismo.
2.
Razón para esta afirmación. De acuerdo a la ley judía, aun un solo
testigo no era suficiente como para dar validez a un asunto. Deut. 19.15 En caso
de algún delito o pecado relacionado con alguna ofensa cometida, no se tomará
en cuenta contra nadie a un solo testigo. La acusación se mantendrá sólo por el testimonio de
dos o tres testigos.
B. Testimonio de Otros: Sus Defensas
Jesús apela a cinco testigos en su defensa. Imagínate que eres parte del jurado y a Jesús
parado al frente siendo juzgado. Llama al primer testigo.
1.
Primer Testigo:
Dios el Padre: Pero el que da
testimonio acerca de mí es otro, y yo sé que el testimonio que de mí da es
verdadero. (v.32)
·
Notamos que Jesús dice que el que da testimonio es
“otro”. Y en griego ese “otro” se
traduce “otro igual a mi”, una referencia a deidad (cp. 14.15 ref. al Espíritu
Santo).
·
También la forma gramatical del verbo “dar “ es
contínuo – o sea, el Padre siempre está dando testimonio de la deidad de
Cristo. Cuando nació con la estrella,
profetas, ángeles, en su bautismo con “Este es mi Hijo amado en quien tengo
contentamiento”. Más adelante en la
transfiguración, la crucifixión, resurrección y su ascensión.
·
Reafirma ese testimonio contra sus acusadores en vv.
37-38: También el Padre, que me envió, ha dado
testimonio de mí. Ustedes nunca han oído
su voz, ni han visto su aspecto, ni tienen su palabra
permanentemente en ustedes, porque a quien él envió ustedes no le creen.
2.
Segundo Testigo: Juan el Precursor, 33-35 - Ustedes enviaron
mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad. Yo no recibo el testimonio de ningún hombre, sino
que digo esto para que ustedes sean salvos. Juan era una antorcha
que ardía y alumbraba, y por algún tiempo ustedes quisieron regocijarse en su
luz.
·
Y el testimonio de Juan era verdadero y claro
(1.29-34): El siguiente
día Juan vio que Jesús venía hacia él, y dijo: «Éste es el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo. 30 Él es de quien yo
dije: “Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero
que yo.” 31 Yo no lo conocía; pero
vine bautizando con agua para esto: para que él fuera manifestado a Israel.» 32 Juan también dio
testimonio y dijo: «Vi al Espíritu descender del cielo como paloma, y
permanecer sobre él. 33 Yo no lo conocía; pero
el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquél sobre quien veas que el
Espíritu desciende, y que permanece sobre él, es el que bautiza con el Espíritu
Santo.” 34 Y yo lo he visto, y he
dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»
·
Como al inconverso ama más las tinieblas que la luz,
hasta Juan fue enemigo de todo-
·
3. Tercer
Testigo: Las mismas obras de Jesús, La defensa va de testimonios verbales a
testimonios visuales. 36 Pero yo cuento
con un testimonio mayor que el de Juan, y son las obras que el Padre me dio
para que las llevara a cabo. Las obras mismas que yo hago son las que dan
testimonio de mí, y de que el Padre me ha enviado.
·
El Evangelio de Juan provee irrefutables evidencias
de la divinidad de Cristo. Ya cambió el agua en vino, sanó por distancia al
hijo del oficial, restauró a un paralítico, levantó a Lázaro de los muertos,
etc. Las obras de Jesús hablan por si
mismos, pero aun así la defensa no es suficiente. Llama a otro testigo.
4. Cuarto Testigo: las Escrituras, 39-44 39 Ustedes escudriñan las
Escrituras, porque les parece que en ellas tienen la vida eterna; ¡y son ellas
las que dan testimonio de mí! 40 Pero ustedes no
quieren venir a mí para que tengan vida. 41 Yo no recibo gloria de
parte de los hombres. 42 Pero yo los conozco a
ustedes, y sé que el amor de Dios no habita en ustedes. 43 Yo he venido en nombre
de mi Padre, y ustedes no me reciben; pero si otro viniera en su propio nombre,
a ése sí lo recibirían. 44 ¿Y cómo pueden ustedes
creer, si se honran los unos de los otros, pero no buscan la honra que viene
del Dios único?
·
Aunque conocían las Escrituras, no podían ver al
Mesías porque la Palabra no moraba en ellos, y el Hijo de Dios no era el objeto
de su fe. El A.T. anunció la venida del
Mesías, pero si hicieron los sordos.
·
Es fácil para el abogado enamorarse de las cosas
pequeñas de la ley, pero no desarrollar un corazón para la justicia.
·
Es fácil para un médico estar al día con lo mejor de
la medicina, y no desarrollar un corazón de compasión.
·
Aun para el pastor o estudiante de las escrituras,
es fácil estar llevado por la página impresa y enamorarse de la exégesis, y no
con la persona de Jesús.
·
La Biblia no es un documento legal tanto como una
carta de amor. Y si esa carta no nos lleva irresistiblemente a Cristo, entonces
es posible que como aquellos perseguidores, no habita en nosotros la palabra de
Dios.
5. Quinto Testigo: Moisés,
Jesús apunta un dedo a los acusadores y usa su último y quizás más
poderoso testigo… 45-47 No piensen que
yo voy a acusarlos delante del Padre. Hay alguien que sí los acusa, y es
Moisés, en quien ustedes tienen puesta su esperanza.46 Si ustedes le creyeran
a Moisés, me creerían a mí, porque él escribió acerca de mí. 47 Pero si no creen a sus
escritos, ¿cómo van a creer a mis palabras?»
·
¿Por qué Moisés?
Porque como Abraham, Isaac y José, Moisés fue uno de los padres
fundadores del judaísmo. Moisés fue el
que los liberó de Egipto, les dio la Ley, y era reverenciado por todo judío.
Pero, ¿cuándo escribió Moisés acerca de Jesús?.
·
Deut. 18.18-19
- …levantaré entre sus
hermanos un profeta como tú; pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo
lo que yo le mande. Si alguien no presta oído a las palabras que el
profeta proclame en mi nombre, yo mismo le pediré cuentas. (NVI)
·
¿Pero cómo sabemos que Jesús es “el profeta” a quien
se refiere Moisés? Veamos lo que dice Pedro en Hechos 3 quien cita de este
pasaje…
·
18 pero Dios cumplió de
esta manera lo que ya había anunciado por medio de todos sus profetas, es
decir, que su Cristo tenía que padecer. 19 Por lo tanto,
arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, para que sus pecados les sean perdonados 20 y Dios haga venir
sobre ustedes tiempos de alivio y les envíe a Cristo Jesús, que ya les fue
anunciado. 21 Es necesario que el
cielo reciba a Jesús hasta el momento en que todas las cosas sean restauradas,
lo cual Dios ya ha anunciado desde los tiempo antiguos por medio de sus santos
profetas.22 Porque Moisés dijo:
“El Señor su Dios les levantará un profeta de entre sus hermanos, como me
levantó a mí. Ustedes deben atender a todo lo que él les diga. 23 Todo aquel que no
escuche a ese profeta, será eliminado del pueblo.”
C. El Veredicto:
Una Elección Seria
Los testigos dieron
testimonio y la evidencia fue presentada.
Ahora la defensa descansa. Como
miembro del jurado, tenés que deliberar, pesar la evidencia, y tomar una
decisión. El veredicto que propones
sobre Cristo es algo muy serio. En
realidad es cuestión de vida o muerte—tu
vida o tu muerte.
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