El Dios
Justo
El martes 27 de enero fue el 70° aniversario de la
liberación del campo de concentración de Auschwitz – día decretado por las
Naciones Unidas como Día internacional dedicado a la memoria de las víctimas del
Holocausto. Se espera que este recordatorio anual conduzca a la humanidad a
comportarse mejor y a ser más justa. Sin embargo, desde aquella liberación en el
año 1945, se han producido muchos genocidios… Sin hablar de esos casos extremos,
¡cuántas personas en todo el mundo han sufrido y sufren todavía injustamente en
las cárceles o en los campos: juicios con sentencias injustas, arrestos
arbitrarios, tratos indignos, muertes atroces…! ¡Cuántas veces se hace daño a
alguien en su causa! ¿Y se cree que nadie lo ve?
Sí, el Dios justo lo ve todo; y es muy solemne, y
al mismo tiempo alentador, pensar en ello. Dios hace y hará justicia, y un día
retribuirá a cada persona según los actos que haya cometido (Apocalipsis
20:12-13). Tanto verdugos como víctimas serán evaluados según la misma norma, es
decir, la justicia de un Dios santo.
Su mirada también estaba ahí cuando los hombres
condenaron injustamente a su Hijo a una terrible y dolorosa muerte. Dios
permitió que esto sucediese porque ama a todos los hombres y mujeres, y porque
el sacrificio de Jesucristo era imprescindible para su salvación. Por lo tanto,
todos somos culpables por haber matado al Hijo de Dios por causa de nuestros
pecados - sean pocos o muchos. Sin embargo, mediante esa misma muerte, el que se
reconoce pecador y cree en Jesús como el único y suficiente Salvador recibe el
perdón. Dios es justo y no le imputa sus faltas porque su Hijo ya pagó por
ellas. Todos los que creen en El son “justificados gratuitamente por su
gracia” (Romanos 3:24). ¡Gracias a Dios por su gracia!
(adaptado de La Buena Semilla)
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Este domingo, 1 de febrero, José Primante predicará sobre el pasaje de Juan 13.18-30. Vayan estudiando el pasaje!
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Para el martes pasado se había anunciado aquí "la tormenta de nieve del siglo"... pero no fue nada, gracias a Dios. Justo el martes teníamos que viajar desde Baltimore (a unos 300 kms. al sur de aquí), y los caminos estaban casi secos. En el camino pasamos a almorzar con unos compañeros de clase de la Facultad Bíblica de Filadelfia, y después a ayudar a celebrar el cumple N° 8 de nuestro nieto Jackson.
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El Gaitero :)
Sucede que habían dos amigos, José y
Juan. José tocaba muy bien la gaita. Un día Juan le dijo, "Si yo muero antes,
quiero que toques tu gaita en mi funeral". "Por supuesto que sí, mi amigo", le
contestó José.
Bueno, pasaron los años y José recibe la
noticia que Juan había fallecido. Como vivía en otra ciudad, José se apuró,
empacó su gaita en su coche y fue para tocarla en el entierro. En el camino se
perdió un poco y llegó atrasado. Pero encontró el lugar y vio que cinco hombres
ya estaban tapando la fosa. Apurado, sacó su gaita y comenzó a tocarla para así
cumplir su promesa.
Los hombres miraban y escuchaban con
asombro. Cuando terminó de tocar, uno de ellos se acercó a José y le dijo,
"Sabe, señor - hace 25 años que estoy en el negocio de cavar pozos negros, y
esta es la primera vez que me sucede algo así. ¡Muchas gracias!"
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Apreciamos mucho las notas por Facebook o por mail
que hemos recibido! Sigan escribiéndonos! Los extrañamos mucho.
Un abrazo en el amor de Cristo,
Roberto (y Fritzie)