¡ROMPAMOS EL MOLDE!

Rompamos el Molde

·         ¿Han pensado que como cristiano, vas contra la corriente? (Video)

·         Las estadísticas muestran que tanto creyentes como inconversos tienen estilos de vidas muy similares: ética sexual, cómo gastan su dinero, lenguaje, etc.

·         A pesar de millares de libros, conferencias, música cristiana, grupos de estudios bíblicos, Internet, iglesias, los creyentes son muy parecidos al mundo.

·         ¿Cómo podemos ser más como Cristo? ¿Estamos de acuerdo con lo siguiente?:  La formación espiritual es la tarea de la iglesia… es el corazón de su propósito en existir.  La iglesia fue formada para formar. Nuestra carga, dada por Jesús mismo, es hacer discípulos, bautizarlos, y enseñar a estos nuevos discípulos obedecer a sus mandamientos.

·         En su carta a los Romanos, Pablo se dirige a la iglesia joven en una de las ciudades más mundanas de la historia. Después de describir la condición humana y el carácter de Dios, el poder del evangelio, pecado, ley, gracia, elección, y amor, Pablo pide una respuesta:  Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ² No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente.

·         No vivimos en un mundo neutral. El enemigo busca robar, matar, y destruir (Juan 10.10).  Como pastor siento que a veces queremos traer soluciones, cuando no se sabe cuál es el problema.

FORMACIÓN CULTURAL

·         ¿Somos influenciados por la cultura?  ¿qué nos hace argentinos, colombianos, chilenos, ecuatorianos, etc.?  Debemos entonces preguntarnos, ¿cómo puede Jesús transformar un colombiano, estadounidense, etc. en CRISTIANO? 

·         ¿Qué es lo que forma nuestra cultura, que nos transforma en personas “normales”?

Educación:  Casi toda educación es secular, y cuando el o la joven llega a la facultad, creer en Dios parece ser algo de niños, y hasta un impedimento intelectual.

Medios de Comunicación:  Mucho de lo mediático es contrario a principios bíblicos.  Lo que antes era sagrado ahora es entretención;  lo que antes era prohibido ahora es celebrado.  Lo sensacional ahoga las verdaderas noticias.

Marketing:  Se piensa que uno ve más propaganda en un año de vida que alguien 50 años atrás vio en su vida entera.  La marca es todo.

Economía:  Aprendemos que más es mejor, y mejor no es suficiente. Pasamos la mayor parte de nuestras vidas acumulando y experimentando nuevas sensaciones para sentirnos bien.  El éxito se puede definir en una palabra:  MÁS.

Sexualidad:  El mensaje de nuestra cultura es que el sexo es algo puramente físico, y mientras nadie queda herido, cada uno puede determinar sus propias prácticas sexuales.  El aumento de la pornografía sacó el sexo del dormitorio y se transformó en una forma de entretener.

Religión:  Toda religión es vista como igual y válida, y decir que solo una es la verdad y no las otras, es tener la mente cerrada.  Lo único que puedes creer es que no hay una sola verdad para todos.

·         Así que un sermón un domingo difícil que nos dé herramientas para transformar nuestras mentes para ser más como nuestro Creador.  Y si fuimos desafiados, pronto se desvanece cuando gastamos horas en Facebook, Skype, WhatsApp, la tele, etc.  Todo esto afecta nuestro estilo de vida.

·         Nuestra teología está determinada por Cristo, pero nuestras vidas por otro señor.  En vez de creer “Para mí el vivir es Cristo (el propósito y la misión de nuestra vida) y el morir es ganancia (entrar en su presencia gloriosa), terminamos creyendo el revés:  “Vivir es ganancia y morir es Cristo”—vivir ahora, acumular riquezas, placeres, experiencias sexuales, lujo, privilegios, y al morir somos recompensados con el cielo donde aun se pone mejor la cosa.

EL EVANGELIO EN UN LUGAR CONTENCIOSO

·         Imagínate el caminar por las calles de Roma en el siglo 1. Vas a una reunión de creyentes en una “casa-iglesia”.  Pasas por casas del gobierno donde cristianos eran puestos en la hoguera para entretener a Nero en sus fiestas y orgías.  Pasas el circo romano donde hay luchas a muerte de gladiadores y creyentes eran despedazados por leones.  Pasas templos de prostitución, imágenes del césar, soldados que quizás estaban en Jerusalén cuando crucificaron a Jesús.  Llegas a la casa y uno de los ancianos lee de una carta que recién mandó el Apóstol Pablo:  “No se conformen a la imagen de este mundo, pero sean transformados por la renovación de sus mentes”.

·         Inmediatamente habría un conflicto en tu mente.  Estabas en camino a ser un buen ciudadano romano.  Roma estaba formando a las personas a creer que el César era el Señor.  Jesús estaba renovando las mentes para demostrar que Él era el Señor.

·         Roma formaba personas a través de entretenimiento a ser atraídos a sexualidad y violencia.  Jesús renovaba las mentes para ver todo lo que es bello, bueno, y verdad en este mundo. 

·         Que para tener éxito, los ricos eran poderosos y los pobres eran comodidades.  Jesús enseñaba que los pobres y ricos eran iguales en el reino, y que era mejor dar que recibir.

·         Vuelves a tu casa y tratas de entender y resolver como llevar a cabo este verso. Amar a tu esposa, criar a tus hijos, mostrar amor a tus vecinos, etc.  ¿Cómo ser transformados a la imagen de Cristo?  Tendrías que entregar tu vida como sacrificio vivo, una ofrenda a Dios mismo.  Cualquier cosa menos sería como si nada.

·         Ahora, ¿cómo trasladamos eso de “no se conformen a este mundo” en nuestra cultura?  Nos rodean tantas cosas para detraernos de este propósito.  Pero quizás más sutiles aunque igual de mortales.  Estamos encantados o encandilados con la mundanalidad.

ROMPIENDO ESE ENCANTAMIENTO

·         El Apóstol Pedro escribió a la iglesia en exilio: ¹¹ Queridos hermanos, les ruego como a extranjeros y peregrinos en este mundo, que se aparten de los deseos pecaminosos que combaten contra la vida. ¹² Mantengan entre los incrédulos una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día de la salvación.

·         A veces escuchamos que debemos tener una iglesia culturalmente relevante o al día.  Pero a veces terminamos reflejando al mundo en vez de desafiarlo.

·         ¿Qué necesitamos?  Un discipulado fuerte que pueda someter todas nuestras vidas al señorío de Cristo, nuestra cabeza y líder.  No necesitamos entretener a los que vienen – no lo necesitan.  Debemos equiparlos con un evangelio que tiene el poder de transformar a los que vienen en un movimiento de gracia, en sal y luz del mundo.

·         Necesitamos teólogos, pastores, pensadores, autores de canciones que tienen un mensaje bíblico de transformación.  Necesitamos líderes en educación, política, artes, relaciones internacionales, esparciendo la sal de la verdad de Jesús y su amor por todos.

·         Necesitamos creyentes leales a la iglesia viviendo vidas que han descubierto la belleza de su comunidad, buscando excelencia, discernimiento, etc.

·         También debemos redescubrir prácticas espirituales que nos ayuden a ser más como Cristo – leer y estudiar a fondo su Palabra, descansando en Él, ayunando, adorando, y celebrando su presencia.

·         Que nuestras vidas sean gobernadas por los principios de Cristo que llegue a ser casi imposible responder a circunstancias o prácticas de otro punto de vista.

·         Pido que oren para que este púlpito sea no para entretener a los santos, sino de desafiar a que Dios los esté transformando.  Esto nos ayudará a vivir para Cristo, y tener un punto de vista apropiado del mundo al acercarnos a la venida de Cristo.

·         ¿Cómo se mide el éxito de una iglesia? – no en cuánta gente asiste o si crece la iglesia, cuán bueno predica o entretiene el pastor, o si son exitosos los planes y programas que tiene.  El éxito consiste en esto:  Si Cristo se está formando en aquellos que escuchan y participan. 

·         Entonces al vivir vidas de adoración y alabanza y al entregar nuestras vidas al señorío de Cristo, descubriremos y comprobaremos “cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”.