LOS DONES MILAGROSOS

CCP 13/12/15

LOS DONES ESPIRITUALES, 3

Milagros, Sanidades, y Lenguas

2 Corintios 12

·         En la Roma antigua, los que tenían alguna influencia o poder usaban un anillo con un sello, para lacrar documentos o cartas con cera o arcilla.  La impresión daba autenticidad al documento, sean tratados, transacciones comerciales o cartas oficiales.  En la Biblia tenemos al hijo pródigo a quien el padre restaura al hijo a su posición.

·         Así también los dones milagrosos o de señal eran para autentificar el mensaje y a los mensajeros de Cristo.

A.  Entendamos el Término “Señal”

·         Hemos visto los dones de soporte y servicio.  Hoy los que servían de señal.  Juan testifica que Jesús hizo muchas señales y milagros (20.30-31)

·         En el nacimiento de Jesús, una señal fue dada para distinguir al Niño de otros en Belén:  Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre (Lc.2.12). 

·         En 2 Cor. 12.12  Pablo habla del poder que Dios daba a los apóstoles como señal:  Las marcas distintivas de un apóstol, tales como señales, prodigios y milagros, se dieron constantemente entre ustedes.

·         El propósito de las señales eran, entonces, para distinguir alguien como mensajero de Dios y dar autenticidad a su mensaje.  En el primer siglo durante el proceso en que el Nuevo Testamento estaba siendo completado, era necesario que la Iglesia recibiera revelación especial de Dios; y Dios lo hace mediante ciertos dones que testificaban la veracidad de esta transición.  Dones como apostolado, profecía, palabra de sabiduría y de ciencia fueron validados con señales, milagros, lenguas, y sanidades.

B.  Entendamos los Dones de Señal, 1 Corintios 12.10,28

1.      Milagros.  Un milagro es la capacidad de alterar las leyes de la naturaleza.  Alguien que tiene este don podría hacer milagros en gran escala, como Jesús—milagros como calmar el mar y levantar a los muertos.  Hacemos tres observaciones:

a.  Las grandes eras de Dios comienzan con una gran exhibición de milagros.   La Biblia marca cuatro períodos:

§         Cuando se dio la Ley empezando con el Éxodo y durante los 40 años de vagar por el desierto.

§         Durante la vida de Elías y Eliseo en un tiempo que Israel estaba muy lejos de seguir al Dios verdadero.

§         La era de la Gracia comenzó con señales, maravillas, y milagros por el mismo Dador; y siguieron con los apóstoles.

§         Apocalipsis 11 anuncia un nuevo período.  los 7 años de la Tribulación serán acompañados por profetas cuya autoridad es hecha válida con una exhibición de milagros.

b.      Cuando los períodos fueron establecidos, los milagros desaparecieron.  Hebreos 2.3b-4: Esta salvación fue anunciada primeramente por el Señor, y los que la oyeron nos la confirmaron. ⁴ A la vez, Dios ratificó su testimonio acerca de ella con señales, prodigios, diversos milagros y dones distribuidos por el Espíritu Santo según su voluntad.  Un estudio de la historia de la iglesia ratifica que ya al final del primer siglo estos dones milagrosos ya dejaron de existir.

c.      Cesación de milagros no significa que Dios ha cesado el hacer milagros.  Dios es un Dios milagroso que no cambia, pero sí cambian sus métodos.  Aparte de los períodos mencionados, no hay evidencia de milagros como algo común.  Grandes hombres de Dios como Noé, Abraham, y David nunca hicieron milagros, pero sí vieron milagros de Dios en sus vidas y en los que les rodeaban.

2.      Sanidades.  La capacidad sobrenatural de restaurar la salud física o mental en forma instantánea, ya sea sanando enfermos, levantando a los muertos, limpiar a los leprosos, y echar demonios como Jesús. Encontramos ejemplos en Hechos 3.1-10 y 19.11-12.

·         Los sanadores de hoy tendrán grandes iglesias y muchos seguidores, pero sus teologías por lo general no encuadran con la Biblia. Hay tres afirmaciones que hacen que debemos examinar:

a.  Dicen que la sanidad está garantizada en la expiación de Cristo.  Se basan en Isaías 53.5:  Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.  Pero si miramos el contexto, no habla de sanidad física sino espiritual—ver todo el capítulo, que muestra que el Siervo, Jesús, daría sanidad para nuestra enfermedad espiritual, el pecado.  1 Pedro 2.24-25 lo cita en el mismo contexto: Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados. ²⁵ Antes eran ustedes como ovejas descarriadas, pero ahora han vuelto al Pastor que cuida de sus vidas.

b.   Dicen que es la voluntad de Dios que todo enfermo esté sano. No hay base bíblica para esto.  Al contrario, Pablo pidió tres veces por sanidad física y Dios se lo negó.  Al contrario, Dios usa la enfermedad y sufrimiento para que dependamos más de Él.

c.  Dicen que la enfermedad física es el resultado de pecado personal o actividad demoníaca.  En algunos casos, el pecado de uno puede resultar en enfermedad (1 Cor.11.28-30) y actividad demoníaca (Mat. 9.32-33—hombre mudo por demonios), pero por lo general no tiene nada que ver.  Si el pecado fuera lo culpable, entonces sería lógico que cuando es perdonado, sería sanada la persona.  1 Juan 1.9 dice que Dios nos perdona cuando confesamos el pecado, pero nada sobre sanidad.

¿Sana Dios hoy?  ¡Por supuesto que sí!  Santiago 5.14 -  ¿Está  enfermo alguno de ustedes? Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor.  Lit. “Habiéndolo ungido con aceite”.  Ungir es “masajear” y en ese día, tanto el aceite como el vino eran usado con propósitos medicinales (el Buen Samaritano—y a Timoteo Pablo le dice que beba un poco de vino por “causa de tu estómago y tus frecuentes enfermedades” 1 Tim.5.23).

3.      Lenguas e Interpretación.  Como la torre de Babel, este tema ha creado confusión y división.  Pero este don fue dado en Pentecostés y su propósito era todo lo contrario.  En vez de dividir, unía a gente de nacionalidades distintas, Hechos 2.1-11. 

·         Dos cosas de Pentecostés:  lenguas eran muy relacionadas con los judíos (v.5,10), y eran idiomas conocidos (8,11).  En 1 Cor. 14.20-22, Pablo lo interpreta teológicamente y da ciertas reglas para su uso:   Hermanos, no sean niños en su modo de pensar. Sean niños en cuanto a la malicia, pero adultos en su modo de pensar. En la ley está escrito:«Por medio de gente de lengua extraña y por boca de extranjeros hablaré a este pueblo, pero ni aun así me escucharán», dice el Señor.  De modo que el hablar en lenguas es una señal, no para los creyentes sino para los incrédulos; en cambio, la profecía no es señal para los incrédulos sino para los creyentes.  Pablo cita Isaías 28.11, y la frase “este pueblo” solo        puede referirse al pueblo judío.  Pablo interpreta el fenómeno de lenguas como señal al pueblo judío inconverso.  Ahora la iglesia es la “luz del mundo” ya que el pueblo judío no cumplió con el mandato de dar testimonio del Dios vivo a las naciones.  Cuando escucharon en sus idiomas el mensaje en Pentecostés de parte de gentiles, era una señal para ellos que perdieron su privilegio de ser el pueblo de Dios y eran puestos a un lado.

·         Luego Pablo instruye como debe usarse este don en 14.23-28, donde “interpretar” debe traducirse como “traducir”.  Además...

• ·         En todos los pasajes sobre la oración, ninguno incluye algo sobre lenguas o idiomas. 
•           Jesús condenó “vanas repeticiones” o balbuceo. 
•           Lenguas fue dado para el bien te todos, no para bien propio.  
•           Siempre tenía que haber un traductor presente.  Sin intérprete o traductor, solo Dios podía entender, y no es eso su propósito.  Era señal a judíos incrédulos, mientras a no creyentes en general, la impresión es que estos cristianos estaban locos (28).

Conclusión:  Estas señales y milagros eran importantes para la iglesia en su infancia, pues confirmaba la palabra de los apóstoles y los autentificaba como mensajeros genuinos de Dios.  Cuando se establece el fundamento y se completó la Palabra de Dios, la necesidad de estos dones milagrosos cesó.  Hoy, la Palabra de Dios lleva su propio testimonio de veracidad, y en las manos del Espíritu Santo, nos da todo lo que necesitamos para estar equipados en su servicio.     2 Tim. 3.16-17