jueves, 6 de agosto de 2015

Como Dividir una Iglesia

Cómo Dividir una Iglesia

                                    1 Cor. 1.10-17
·         El divorcio – algo que apenas se oía hablar antes.  Hoy es de todos los días.  El choque de dos voluntades que no están dispuestas a ceder.  Una bomba con efectos devastadores.  Y los escombros caen sobre los hijos. 
·         Casamientos: decoraciones y cintas, vestido de novia, torta, luna de miel, regalos, etc.  “Hasta la muerte...”
·         Pero a veces es el comienzo de la muerte de la relación.  Así también en la iglesia.  En Corinto, se acercaba un divorcio. Ya no era un cuerpo unido. Cada uno buscaba lo suyo. No había madurez. ¿Qué era lo que amenazaba dividir ese vínculo de comunión que gozaba esa congregación? 
·         Pablo sabía que la iglesia estaba por dividirse, y escribe alentando a que dejen a un lado sus diferencias. Que renueven sus votos de fidelidad a Cristo. De aferrarse mutuamente en Cristo.

 

A. La Exhortación de Pablo. 1.10

·         Lo hace en el nombre de Cristo demostrando la autoridad de Dios.  Pablo ruega a que rompan los papeles de divorcio y sean unidos. 
·         Negativamente (10 a) – que no haya divisiones.  “Divisiones” viene de la palabra skisma que significa “romper, rajar, cortar, dividir”. Este cuerpo que Pablo amaba y nutría, ahora estaba roto, quebrado, dividido, y estaba preocupado.
·         Positivamente (10b)  Que se pongan de acuerdo y estén unidos, de una misma mente y parecer.  Requiere flexibilidad.  Cada uno hacía lo que quería en sus propios ojos. Pablo quería que hubiera unidad en espíritu y armonía. Como una orquesta (12.17-18)

B.  La Situación de los Corintos.  1.11-17

1.   Sus Contiendas, 11

·         Habiéndose enterado por medio de Cloé, Pablo se dirige a los problemas que tienen.  No culpa a Satanás, ni la carne, ni otros. Ellos eran culpables (v.11, cp 3.1-3)
·         Al ser salvos, nuestra vieja naturaleza no es erradicada.  Solo recibimos un nuevo compañero de cuarto, la nueva naturaleza..  Pero pureza y pecado no pueden coexistir.  Así que siempre están luchando estos compañeros para tomar posesión. 
·         ¿Quién tiene el control de tu vida?  No es muy tarde para bloquear tu antiguo dueño de tomar posesión.  A quien le damos la llave es quien va a gobernar.  Rom. 8.6

2.   Su Partidismo , 12-13– eran cuatro las facciones que los dividían.

·         El Partido Paulista – Pablo ministraba a los gentiles, y fue a través de él que recibieron el evangelio de libertad en Cristo.  Quizás se estaban haciendo libertinos, no tomando en serio la gracia. Eran devotos a Pablo por traerles la luz de Cristo en sus vidas oscuras y paganas.
·         El Partido Apolista – Después que Pablo se fue de la iglesia, vino Apolos para ayudar.  Era un hombre inteligente, educado, y enamoró a muchos.  Poderosamente refutó a los judíos frente a todos, demostrando que  Jesús era el Mesías (Hch 18.27b-28).  Era elocuente y un buen predicador.  Pablo  Pablo, en cambio, admitió no saber hablar bien y algunos lo menospreciaban por eso (2 Cor 10.10).   Para algunos, en comparación con Apolos, Pablo era aburrido, inefectivo, y no valía la pena escucharlo.  Aunque Pablo y Apolos eran compañeros, sus seguidores llegaron a ser adversarios.  Para algunos, entonces, Apolos era su líder, creando fricción en la congregación.
·         El Partido Pedrista – No sabemos si Cefas o Pedro alguna vez visitó Corinto, pero seguro que algunos sabían que Jesús cambió su nombre de Cefas a Pedro, y era una “roca” entre los líderes. Pedro era uno de los pilares de la iglesia. Un misionero que buscaba a judíos (Gál 2.7-9), y uno de los apóstoles originales.
·         El Partido Cristiano – Estos pensaron que eran demasiado santos como para seguir a hombres. Estos recibieron sus enseñanzas directamente de Cristo.  Ellos eran seguidores de  Cristo, no de hombres, quien era la verdadera cabeza de la iiglesia.  No solo pertenecían a Cristo, sino decían que Cristo pertenecía a ellos.  Se sentían superiores a los demás. Este orgullo es algo maloliente ante Dios. 
·         Tres preguntas (v.13) –
§         ¿Está dividido Cristo? – Se contesta en 1 Cor. 12.12-27. Somos miembros de un solo cuerpo, cuya cabeza es Cristo.
§         ¿Fue crucificado Pablo?  Quiso recordarles que el precio por su redención fue pagado por Jesucristo, el Cordero de Dios.
§         ¿Fueron bautizados en el nombre de Pablo?  Bautismo demuestra identificación con Cristo (Rom.6.3-7); y el que lo lleva a cabo no tiene importancia
·         Y así sigue hoy, creyentes que siguen a personas (yo voy a lo del pastor _______) o piensan tener mejor conexión con el Señor que otros... (“El Señor me reveló anoche...” “Dios me dijo ..”)
·         Cuando hay problemas, podemos enfocar sobre 5 opciones que reclaman nuestra atención: 
§         sobre cosasà materialismo, que no satisface;
§         sobre la situaciónà que es bueno si van bien las cosas, pero devastación si van mal las cosas....; 
§         sobre uno mismoà orgullo, juzgando a otros; 
§         sobre los demás à idolatría, caso de los Corintos;
§         sobre el Señor, el autor y consumador de la fe.

3.       Su Orgullo  (13-17)


·         La base de todo ese partidismo fue el orgullo.  Expresaron su orgullo jactándose por quién los había bautizado.  Pablo desafía ese orgullo (14-15).
·         Si el bautismo era algo tan esencial como quizás ellos lo veían, Pablo seguramente los habría bautizado con gozo.  Pero él explica por qué no lo hizo, v. 17
·         El mensaje de la cruz era esencial, no el bautismo ni elocuencia oratoria.  Estos eran importantes, pero quería que los corintios vean que compartir el evangelio era su mayor responsabilidad.

C.  Manteniendo Unida la Familia

 Del pasaje surgen tres verdades que nos ayudará a no llegar a tener una división:
§         Dividimos la iglesia cuando multiplicamos contiendas, críticas, y orgullo.  Estas cosas solo rompen la comunión que tenemos en Cristo, haciendo que todo se ponga de mal olor y lleve a un divorcio o división.
  • Restamos del evangelio cuando agregamos una demostración de la carne o egoísmo. Enfatizar personalidades o estilos de predicación como hicieron los corintios es oscurecer la luz del evangelio.  Como miembros de la familia de Dios debemos enfatizar el mensaje de salvación, el amor de Dios, y la familia que somos en Cristo.  Nuestra luz tiene que llegar a las partes más oscuras.

§         Exaltamos a Cristo cuando levantamos la cruz y nos refugiamos en su sombra.  La mejor manera de exaltar y honrar a Cristo es a través de que seamos un instrumento humilde sin tener que ser visto por los demás.
·         Juan 17.21-23
·         Hemos visto que lo que une a la iglesia puede romperse fácil y trae división.  Podemos apurarlo con peleas, críticas, grupitos exclusivos, y orgullo.
·         Para prevenir esto, o para reparar cualquier síntoma de rotura, necesitamos enfocarnos sobre Aquel con quien compartimos la gloria, dejar nuestros deseos egoístas en las cenizas, y aferrarnos a nuestro propósito de amarnos unos a otros (Col.3.14). 

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