miércoles, 29 de octubre de 2014

JESÚS COMPRUEBA SU DEIDAD - Juan 5.17-30

CCP – 26.10.14

¿Quién es Jesucristo?
Juan 5.17-30

Historia de Alexander Solzhenitzyn - quien conoció el evangelio en un "gulag" en Rusia a través de un médico encarcelado, el cual murió por denunciar corrupción en la prisión.
I.        TRASFONDO – Repaso del cap. 5:  hombre enfermo 38 años sanado milagrosamente; y reacción de los judíos por haber tomado esto lugar el sábado.
II.      RESPUESTA – Como respuesta a estas críticas y malas intenciones, Jesús comienza un discurso con consecuencias e implicaciones eternas.
A.     Afirmación general, 17-18 Respondiendo a los fariseos, Jesús hace algunas afirmaciones tremendas, el primero siendo general17 Pero Jesús les respondió: «Hasta ahora mi Padre trabaja, y yo también trabajo.»
Pero por esto los judíos buscaban más aun como matarlo, no solo por hacer el milagro el sábado sino porque llamaba a Dios su Padre: 
18 Por esto los judíos con más ganas procuraban matarlo, porque no sólo quebrantaba el día de reposo sino que, además, decía que Dios mismo era su Padre, con lo cual se hacía igual a Dios.
B.     Afirmaciones específicas, 19-30 Jesús va de lo general a lo específico, haciendo sus declaraciones más puntuales:
1.     “Soy Igual a Dios”, 19-20.  En este pasaje, como en casi todos en donde Jesús se refiere a Dios como “Padre”, Dios es “mi Padre”, o “el Padre”, no “nuestro Padre”.  Afirma tener una relación única con el Padre, y los judíos se dieron cuenta de lo que realmente estaba diciendo.  Afirmaba ser igual a Dios e igualdad en lo que hacen.
19 Entonces Jesús les dijo: «De cierto, de cierto les digo: El Hijo no puede hacer nada por sí mismo, sino lo que ve que el Padre hace; porque todo lo que el Padre hace, eso mismo lo hace el Hijo. 20 Y es que el Padre ama al Hijo, y le muestra todo lo que él hace; y mayores obras que éstas le mostrará, para el asombro de ustedes.
     Como una sombra que no es ni idéntica ni independiente a lo que la arroja, el Hijo y el Padre son distintos, pero dependientes uno del otro.
2.     “Soy el Dador de Vida”, 21, 26 Un ejemplo de las “mayores obras” se dan en estos versículos: 
21 Porque así como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo da vida a los que él quiere. 
 26 Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;
Para afirmar su igualdad, Jesús dice que tiene el mismo poder que tiene el Padre sobre los muertos.  Reitera lo que dice Juan en 1.4 “En ÉL estaba la vida”.  Y se comprueba con la resurrección de Lázaro en cap. 11.  Muchos hoy dicen tener el poder para sanar, pero solo Cristo tiene el poder para dar vida
3.     “Soy el Juez Final”, 22-23 Se atribuyó quizás la afirmación más grande hasta ahora, Jesús dice:
22 Pues el Padre no juzga a nadie, sino que todo el juicio se lo ha dado al Hijo, 23 para que todos honren al Hijo tal y como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.
Muchos creen que el Padre es el Juez de toda la humanidad.  Pero estos versículos como muchos otros indican que Jesús será el Juez (Hch. 10.42; 2 Cor. 5.10; 2 Tim. 4.1).  Y es apropiado que Jesús reciba toda la honra que un Juez, sentado a la diestra de Dios debe recibir.
Estamos ante la presencia de un Juez que fue una vez prisionero—acusado malignamente, juzgado injustamente, azotado brutalmente, burlado en su ejecución, y muerto sobre una cruz.
Porque el Padre honró el sacrificio de Cristo como un verdadero inocente, sin decir una palabra en su defensa propia, nosotros también debemos honrarlo (Filip. 2.9-11)
Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios el Padre.
4.     “Yo determino el destino del hombre”, 24 – No solo dice ser el Juez, sino que dice que puede liberar a cualquiera de una condenación culposa.
24 De cierto, de cierto les digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, sino que ha pasado de muerte a vida.
Repetición de “de cierto…” enfatiza lo importante del mensaje.  Importante porque trae las buenas noticias:  de la vida eterna sin la amenaza de juicio.  Pero, primero se requieren dos cosas:  Un oído atento, y un corazón creyente. Cualquiera que acepta este regalo por fe entierra para siempre el temor de estar separado de Dios (Rom.8.1,38-39)
5.     “Levantaré a los muertos”, 25-29 Con otro “de cierto, de cierto”, Jesús nos da información muy clara sobre la resurrección.
25 De cierto, de cierto les digo: La hora viene, y ya llegó, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan vivirán. 26 Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; 27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. 28 No se asombren de esto: Vendrá el tiempo cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; pero los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
Surgen tres verdades claras en cuanto al juicio:  1) Hay definitivamente vida después de la muerte; 2) Cada ser humano tendrá parte en ella; y 3) Todos entrarán en solo dos categorías: vida eterna o muerte eterna. 
Leyendo el v.29 ha traído confusión. Parece decir que el destino eterno está basado en nuestras obras buenas o malas, en vez de nuestra fe o incredulidad.  Pero al estudiar lo que Juan escribe, es claro que el hacer el bien es el resultado del evangelio que brota en el corazón del que cree en el momento de nacer de nuevo (ver 6.29)
6.     “Siempre hago la voluntad del Padre”, 30Así como una sombra no se mueve por voluntad propia, así Jesús solo vino a cumplir la voluntad de su Padre.

30 »Yo no puedo hacer nada por mí mismo. Yo juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco hacer mi voluntad, sino hacer la voluntad del que me envió. 
Vemos lo mismo en cap. 8: 
28 Entonces Jesús les dijo: «Cuando ustedes hayan levantado al Hijo del Hombre, sabrán entonces que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que hablo según lo que el Padre me enseñó.29 Porque el que me envió está conmigo, y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que a él le agrada.»
·         Las aseveraciones del Señor Jesucristo son tan radicales que merecen una entrega igualmente radical a Él.
·         El prisionero que compartió las atribuciones de Cristo con el Dr. Kornfield hizo tal entrega.  Para Kornfield, esas afirmaciones estaban en contraste directo con la inmoralidad del comunismo, lo llevó a tal entrega.  Y el joven Solzhenitzyn, cuya vida estaba entre el cielo e infierno en el hospital de la prisión también desarrolló tal entrega.
¿Qué de vos?  ¿Han las afirmaciones de Cristo hecho cambios radicales en tu vida?


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