miércoles, 7 de octubre de 2015

CUANDO EL ESCÁNDALO LLEGA A LA IGLESIA - 1 Corintios 5

CCP 4-10-15
Cuando el Escándalo Llega a la Iglesia
1 Cor. 5
·         Como cristianos, somos habitantes de una isla rodeados de un mar sucio que continuamente rompe olas sobre nuestras playas.  ¿Cómo aislarnos del mundo sin aislarlos de la gente? ¿Cómo mantenernos puros?
·         Algunos evitan el problema al dejar la pureza y tirarse de cabeza en el mar sucio del mundo.  En 1 Corintios 5 leemos de un miembro de la iglesia que hizo justo eso.  Pablo reprende al hombre, pero también reprende el pecado de los corintios.  Ellos eran orgullosos de su tolerancia y liberalismo y su egocentrismo los hizo ciegos a la seriedad de su problema.
·         Pablo les enseña que el verdadero amor es duro, especialmente frente a un escándalo.

  1. EL ESCÁNDALO
·         v. 1 – La suciedad moral entró en la iglesia, y la noticia salió.
o        Podemos hacer tres observaciones:  1)  El pecado ya era conocido por otros… “se oye que…”.  Primera plana del Clarín  2)  El pecado era incesto.  El hombre estaba teniendo relaciones con su madrastra.  3)  Los corintios estaban complacientes, pero para los inconversos era algo repugnante.  La ley romana prohibía esta clase de pecado.

  1. DOS RESPUESTAS
·         Sorprendentemente, los corintios no se escandalizaron.  Caminaron en el barro de la inmoralidad por tanto tiempo que ya ni se daban cuenta de la verdadera suciedad de la situación.  Pablo se dirige a ellos sobre esa reacción.
  1. Una arrogancia permisiva. 2 a  En vez de lamentarse, se envanecieron.  Torcieron el sentido de la gracia.  La salvación en Cristo les permitía hacer lo que querían.  En vez de entristecerse sobre el pecado del hermano, eran indiferentes a lo que pasaba.
  2. Un juicio cuidadoso.  v. 3  Pablo se daba cuenta que por el bien del hermano y la congregación, alguien tenía que tomar una posición… y la disciplina debía llevarse a cabo.

  1. EL CONSEJO DE PABLO
a.      El caso de los corintios.  Pablo no apela a tradiciones o a los estatutos de la iglesia.  Ni pide a los líderes de demostrar su autoridad.  Pero sí exhorta a la congregación a aplicar la corrección en el nombre y poder de Jesús (4-5).
·                     Si la iglesia no lo hacía, estaban invitando a la suciedad moral a que permanezca, donde toda la iglesia sería ensuciada.  En v. 5 les da tres instrucciones específicas para disciplinar.
1)      “El tal sea entregado a Satanás” - O sea, equivale a la excomunión del creyente profeso y su expulsión de las bendiciones propias del culto cristiano, y el compañerismo de los hermanos, soltándolos al dominio de Satanás, fuera de la iglesia al mundo (ver. v.2 y 13).  Sin la protección de la iglesia no podrán repeler los ataques del diablo, quien busca destruir el cuerpo de Cristo (1 Pedro 5.8).
2)      “Para destrucción de la carne” – Esta frase podría incluir muerte física (1 Cor.11.30, 1 Jn.5.16), pero probablemente se trata de vencer a los deseos carnales del pecador al dejar que Satanás empuje esas pasiones a extremos, creando tal angustia en el pecador que su lascivia es destruida.
3)      “A fin de que su espíritu sea salvo” – La meta de esta disciplina no es castigo—es solo un medio hacia el propósito, lo cual es restauración.  No es quebrar sino quebrantar a la persona que pecó. No es para satisfacer al que lo lleva a cabo sino para restaurar la persona que pecó por el bien de la iglesia.  La disciplina nunca debe ser vengativa, siempre curativa.  Mateo 18.15-17.  Una vez que se consigue un cambio de mente y corazón, las congregaciones deben recibir al pródigo con brazos abiertos. 2 Cor. 2.6-8
b.      Razón: el Pecado afecta a Todos.  En un sentido, los creyentes vivimos en una isla—apartados para Cristo. Pero porque somos todos del cuerpo de Cristo, lo que hace uno afecta los demás, 6-8.
·         Como la levadura invade toda parte de la masa, así el pecado de uno puede corromper una congregación.  Pablo les recuerda que somos distintos ahora, una nueva criatura o creación (2 Cor. 5.17), por lo tanto deben vivir como “panes sin levadura, de sinceridad y verdad”.
·         IL.  El día antes de la Pascua judía, la ley decía que debían encender una vela y buscar y tirar toda levadura que se encuentre.  ¿Examinamos nuestros corazones para aun pequeños trozos de levadura que quedan en nuestros corazones, antes de gozar comunión con los demás o participar en la Cena del Señor?  Debemos enfrentar ese pecado y arrepentirnos.  Y así podemos celebrar la nueva vida como panes sin levadura de sinceridad y verdad.  1 Jn.1.9.

c.      Nuestra Actitud Frente a los Demás.  Pablo termina sus instrucciones con dos puntos que debemos recordar.
1)      ¿Con quién no debemos asociarnos?  v. 9-11.  Como habitantes de una isla no podemos alejarnos del mar de inmoralidad del mundo.  Ni siquiera debemos intentar aislarnos.  Pero cuando se trata de creyentes rebeldes que habitualmente se sumergen en ese mar, se nos dice que debemos mantenerlo alejado.
2)      ¿A quién debemos disciplinar?  v. 12-13.  La disciplina de la iglesia está limitada a creyentes cristianos que rebeldemente continúan en su pecado.
·         Muchos cristianos intentan limpiar ese mar de suciedad inmoral en el mundo.  Dios solo nos pide que salgamos a pescar.  Mat. 4.19, “síganme y yo les haré pescadores de hombres.  No podemos limpiar la inmoralidad que nos rodea, pero sí debemos levantar la caña de pescar y rescatar a otros para Cristo.

  1. ALGUNOS PRINCIPIOS BÁSICOS
·         Cerrar los ojos a ciertos pecados no es cosa de gracia, sino de peligro Como lo sería ignorar un tumor creciente o una serpiente en el fondo puede traer destrucción y muerte, permitir alguien que continúe en su pecado sin corrección puede destruir una iglesia. 

·         Reprender creyentes que pecan no es una opción, pero esencial.  Tanto Dios como el mundo esperan que nuestras iglesias sean un ejemplo de santidad.  Pero cuando brota el pecado de aun una iglesia, el Señor es deshonrado, su iglesia difamada, y un mundo decepcionado – y que se burla de la debilidad y pecado.
·         El tratar con situaciones pecaminosas no debe ser para castigar sino para restaurar.  Santiago 5.19-20.  No debemos ser como buitres aprovechándonos de santos caídos.  Debemos ser como médicos divinos, restaurando los miembros que están fuera de armonía con el cuerpo de Cristo, Gál. 6.1        
·         El corregir desórdenes no es externo sino interno.  La disciplina en una iglesia es estrictamente un tema familiar, llevado a cabo por creyentes y para creyentes.  Pero la corrección en la iglesia no sería necesaria si todos mantuviéramos nuestros mundos privados centrados en Jesucristo en vez de uno mismo. 
¿Están tus pies “mojados” por jugar juegos “inocentes” en el mar contaminado que te rodea?  ¿O estás completamente saturado de pies a cabeza al sumergirte en sus aguas?  Mientras puedas, no es muy tarde para secarte y plantar tus pies sobre la Peña que es Cristo, Salmo 40.1-2

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